Cerca de la mitad de la población mundial en riesgo de contraer dengue: OMS
En lo que va del 2023, se han registrado 3 millones de casos en América, superando cifras récord de años anteriores
Casi la mitad de la población mundial corre actualmente el riesgo de contraer dengue, y se calcula que cada año se producen entre 100 y 400 millones de infecciones, así se reveló durante el seminario web EPI-WIN: Gestión del dengue: una epidemia en rápida expansión, organizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Expertos de todo el mundo destacaron que a medida que aumentan los casos de dengue a nivel mundial, el control de vectores y la participación comunitaria son clave para prevenir la propagación de la enfermedad, que se ha expandido de manera especial en algunos países del continente americano.
«La incidencia ha aumentado casi ocho veces desde el año 2000», afirmó el doctor Raman Velayudhan, Jefe de la Unidad de Salud Pública Veterinaria, Control de Vectores y Medio Ambiente, y Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS. Antes de 1970, el mosquito vector de la enfermedad estaba presente solo en media docena de países, agregó, pero ahora se encuentra en más de 130 países.
En América, el dengue se transmite principalmente a través del mosquito Aedes aegypti y la enfermedad es endémica en muchos países. Los brotes tienden a ser cíclicos cada 3 a 5 años, siguiendo patrones estacionales que corresponden a los meses cálidos y lluviosos, cuando los mosquitos se reproducen. En 2023, la región experimentó un aumento significativo de casos. Hasta el momento se han registrado más de 3 millones de nuevas infecciones, superando las cifras de 2019, el año con la incidencia más alta registrada de esta enfermedad en la región con 3.1 millones de casos, incluidos 28 mil 203 casos graves y mil 823 muertes.
La mayoría de los casos -más de 2,6 millones- se registran en la región del Cono Sur, con Brasil representando el 80% del total. No obstante, también se ha observado una transmisión inusualmente alta en otras áreas del continente, incluida la región andina, con más de 400 mil casos y una tasa de letalidad más alta. En marzo y junio de este año, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió recomendaciones para ayudar a los países a enfrentar el aumento de casos de dengue.
«La urbanización y el cambio climático han tenido un enorme impacto en la propagación del dengue», señaló Velayudhan durante el seminario web. El desplazamiento y la aglomeración de personas en zonas urbanas ha contribuido a la propagación del vector, añadió, pero las interrupciones causadas por la COVID-19 también han afectado las medidas de control de los mosquitos y la notificación de casos.
«Tras la COVID-19, necesitamos reestructurar los programas para una mayor integración y asegurar que los sistemas de salud puedan gestionar», apuntó. “Debemos poner en práctica las lecciones aprendidas de la pandemia, como el diagnóstico y el uso de las pruebas PCR, una vigilancia mejorada, una buena comunicación y la participación de la comunidad».
A medida que el hemisferio sur entra en los meses más fríos y secos, los casos están disminuyendo en algunas zonas de la región, pero se espera una mayor transmisión en América Central y el Caribe durante la segunda mitad del año. Recientemente, la OPS emitió una alerta proporcionando orientación a las autoridades nacionales para fortalecer la vigilancia y preparar los sistemas de salud ante un aumento en los casos.
No existe un tratamiento específico para el dengue, y la prevención depende del control del vector. Las medidas para frenar los mosquitos incluyen el uso de productos químicos, como insecticidas y repelentes, así como métodos mecánicos para eliminar los lugares de reproducción o proporcionar una barrera, como redes tratadas, mosquiteros en ventanas y ropa protectora.
El uso conjunto de estos métodos puede ser efectivo, pero la participación de las comunidades para aplicarlos es fundamental para su éxito, especialmente en la eliminación o limpieza de posibles criaderos. Por ejemplo, los neumáticos viejos y en desuso ofrecen sombra y un espacio oscuro preferido para que los mosquitos Aedes depositen sus huevos, los cuales pueden resistir la sequía y desarrollarse solo cuando encuentran agua muchos meses después.
El dengue es una infección viral que se transmite de los mosquitos a las personas. Si bien la mayoría de las infecciones son asintomáticas o producen enfermedades leves, la enfermedad ocasionalmente puede volverse grave e incluso causar la muerte. Los síntomas van desde fiebre alta leve hasta debilitante, con fuertes dolores de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y articular, y erupciones en la piel. La enfermedad puede evolucionar hacia un caso de dengue grave, caracterizado por shock, dificultad respiratoria, sangrado y posible afectación de órganos.