8 de marzo – Mujeres sin una red de apoyo son las más violentadas por sus parejas alcoholizadas
El 60% son mujeres que están en una relación de pareja sin estar casadas, sufren más violencia que aquellas que se encuentran casadas, viudas o divorciadas, señalaron especialistas durante el “Foro sobre alcohol del consumo a la violencia”, organizado por la Facultad de Psicología de la UNAM y la Red de Acción Sobre Alcohol (Rasa).
Apuntaron que la relación entre el consumo de alcohol y violencia es compleja. Se entiende un acto de violencia como un ejercicio de poder de una persona hacia otra en donde existe un sometimiento. Una persona que es propensa a abusar al ejercer poder, al consumir alcohol incrementa la probabilidad de tener conductas violentas.
Explicaron que el consumo de alcohol tiene un efecto desinhibidor, que disminuye el control de impulsos lo que puede llevarle a realizar acciones violentas de una forma directa. Además, la violencia está impactando en edades más jóvenes, lo que demuestra que los mandatos patriarcales siguen fuertemente arraigados.
Mencionaron un estudio en LATAM, el cual arrojó que el 70% de los actos violentos, ocurrieron cuando el hombre se encontraba intoxicado por alcohol.
De acuerdo con la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, a partir de su programa para detectar los riesgos de feminicidio, en más del 80% de los casos atendidos hubo consumo de alcohol por parte del agresor.
Las mujeres en muchos casos justifican la violencia que sufren “porque su pareja estaba alcoholizada”. El 30% de las víctimas de violencia familiar no denuncia y quienes lo hacen se enfrentan a la revictimización y falta de seguimiento.
Las especialistas apuntaron que existen determinantes sociales que pueden desencadenar la violencia, como el bajo nivel escolar o menor poder adquisitivo.
Advirtieron que la industria del alcohol actualmente tiene una estrategia dirigida a las mujeres para promover su consumo llamada “Pink alcohol”, productos hechos y promovidos especialmente para las mujeres.
Apuntaron que son necesarias las políticas públicas con perspectiva de género sobre el consumo de alcohol que no estén asociados a las masculinidades.
Te puede interesar: