Día Mundial contra el Melanoma, uno de los cánceres de piel más peligrosos
El 23 de mayo se celebra el Día Mundial contra el Melanoma, con la finalidad de sensibilizar y educar sobre este tipo de cáncer de piel, subrayando la importancia de su detección temprana.
El melanoma representa el 4% de los cánceres malignos de piel y su frecuencia ha aumentado a nivel mundial en los últimos 25 años.
El melanoma es la forma más grave de cáncer de piel, originándose en los melanocitos, las células que producen melanina, el pigmento que da color a la piel. Si se detecta a tiempo, es tratable.
El melanoma maligno es uno de los cánceres de piel más peligrosos, responsable del 75% de las muertes por cáncer de piel, y tiende a propagarse a otras partes del cuerpo. Se presenta como lunares anormales o cambios en lunares existentes en tamaño, forma o color.
Factores de riesgo para el melanoma
La piel, siendo el órgano más grande del cuerpo, está constantemente expuesta a factores externos que pueden contribuir al desarrollo de melanomas:
-Exposición continua a la radiación ultravioleta (UV) del sol y camas solares.
-Edad: más común en adultos entre 30 y 60 años.
-Género: afecta a hombres y mujeres de manera similar, pero con diferencias en la ubicación de las lesiones. En mujeres jóvenes, suele aparecer en las piernas, mientras que en hombres se localiza en el tronco, cara, cuello y hombros.
-Mutaciones genéticas o antecedentes familiares de melanoma.
-Lesiones precursoras: múltiples lunares (nevus) que surgen en la adolescencia y grandes lunares congénitos (nevus congénito gigante).
Estos síntomas pueden ayudar a identificar melanomas en la piel:
-Cambios en el tamaño, forma, textura o color de un lunar existente.
-Aparición de nuevos lunares.
-Sensación de picazón y dolor al tocar un lunar, así como ulceraciones o sangrado.
Para detectar signos de advertencia de melanoma, se recomienda la regla «ABCDE»:
Asimetría: formas desiguales en el lunar.
Borde: bordes irregulares, dentados o borrosos.
Color: múltiples tonos en el lunar, incluyendo negro, marrón y tostado, así como áreas blancas, grises, rojas o azules.
Diámetro: mayor a 6 milímetros o aumento de tamaño.
Evolución: cambios en tamaño, forma, color o aspecto, o crecimiento en áreas de la piel que antes eran normales.
Es fundamental consultar a un dermatólogo ante cualquier cambio o aparición de lunares inusuales para realizar un diagnóstico preciso y descartar la presencia de melanomas. Si se detecta una lesión sospechosa, se realiza una biopsia para analizar una muestra de tejido.
Para prevenir este tipo de cáncer de piel, se recomiendan las siguientes medidas:
-Evitar la exposición al sol, especialmente entre las 12 y 16 horas y en días nublados.
-Usar barreras físicas de protección como sombrillas, sombreros, gafas de sol y ropa de manga larga.
-Aplicar protectores solares con filtros de protección UVA adecuados al tipo de piel.
-Mantenerse hidratado bebiendo agua.
-Realizar autoexámenes de la piel, prestando atención especial a los lunares.
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