La OMS presenta nuevas recomendaciones y orientaciones normativas sobre VIH
A finales de 2022 se contabilizaron 39 millones de personas con infección por el VIH en el mundo
Investigadores presentan los principales progresos logrados por la investigación básica, clínica y operativa sobre el VIH
La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó nuevos datos científicos, recomendaciones y orientaciones normativas sobre el VIH en las que se mencionan los umbrales de carga vírica y los enfoques para clasificar las concentraciones del virus teniendo en cuenta dichos umbrales.
Durante la 12.ª edición de la Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Ciencia y el VIH (IAS 2023) que se celebra en Brisbane, Australia, del 23 al 26 de junio, fueron dadas a conocer las nuevas orientaciones en la revista The Lancet, sobre la función de la supresión del VIH y los niveles indetectables de este virus para mejorar la salud de los infectados y frenar la transmisión del virus a otras personas.
Se mencionan los umbrales de carga vírica y los enfoque para clasificar las concentraciones del virus teniendo en cuenta dichos umbrales. Por ejemplo, se explica que las personas cuyos niveles de VIH son indetectables gracias al tratamiento antirretrovírico regular no transmiten el virus a sus parejas sexuales y que el riesgo de que lo transmitan verticalmente a sus hijos es bajo. Además, los datos científicos indican que, cuando una persona presenta supresión del VIH (es decir, cuando su carga vírica es de 1000 copias por mililitro o menos), el riesgo de que transmita el virus es insignificante o casi nulo.
Los tratamientos antirretrovíricos continúan mejorando la vida de las personas que viven con el VIH. Si la infección se diagnostica y se trata tempranamente y el paciente toma la medicación según lo prescrito, su esperanza de vida y su salud será la misma que la de una persona no infectada.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, señaló: «Durante más de 20 años, los países de todo el mundo han confiado en las orientaciones de la OMS basadas en la evidencia para prevenir la infección por el VIH, realizar pruebas de detección y tratar a los afectados. Hoy publicamos nuevas orientaciones que ayudarán a los países a utilizar recursos de gran eficacia para transformar la vida de millones de personas con VIH o con riesgo de infectarse».
A finales de 2022 se contabilizaron 39 millones de personas con infección por el VIH en el mundo. De ellas, 29,8 millones (el 76%) estaban en tratamiento antirretrovírico y casi tres cuartas partes (el 71%) habían alcanzado la supresión vírica, lo cual significa que su salud no se ve afectada y que no corren riesgo de transmitir el VIH a otras personas. Sin embargo, aunque los progresos son notorios en los adultos, solo el 46% de los niños con VIH están en supresión vírica.
En sus nuevas recomendaciones sobre las pruebas de detección de la infección por el VIH, la OMS pide a los países que amplíen el uso de las pruebas autoadministradas y que promuevan la detección a través de las redes sociales y de relaciones sexuales para aumentar la cobertura y conseguir que se utilicen más los servicios de prevención y tratamiento de la infección en los lugares más afectados y en las regiones con mayores deficiencias en la cobertura de las pruebas.
Estas recomendaciones se formulan en un momento en que, cada vez más, se confirma que las pruebas autoadministradas y la atención que los pacientes se dispensan a sí mismos son formas de aumentar el acceso, la eficiencia, la eficacia y la aceptabilidad de la atención de salud en muchos ámbitos, incluido el de la infección por el VIH.
La OMS dio a conocer que las instancias decisorias contarán con un nuevo marco normativo sobre la atención primaria y el VIH que les ayudará a trabajar más eficazmente y a fomentar la colaboración para impulsar la atención primaria y las intervenciones contra enfermedades específicas, incluida la infección por el VIH. En su segundo año de aplicación, las Estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual para el periodo 2022-2030 están promoviendo las sinergias en torno a la cobertura sanitaria universal y la atención primaria.
El doctor Jérôme Salomon, Subdirector General para Cobertura Sanitaria Universal/Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles, explica: «No podremos poner fin al sida si no ofrecemos más oportunidades a lo largo y ancho de los sistemas de salud, abarcando el ámbito extrasanitario y haciendo hincapié en la atención primaria».
Los últimos datos científicos y las nuevas orientaciones se presentan en un momento en que se ha producido un estancamiento en los progresos conseguidos por la lucha contra la epidemia mundial del sida, tras la pandemia de COVID-19. Sin embargo, se están restableciendo los servicios con rapidez y algunos países están caminando hacia el fin del sida, entre ellos Australia, Botswana, Eswatini, Rwanda, República Unida de Tanzanía, Zimbabwe y otros 16 países que están cerca de alcanzar las metas mundiales «95/95/95» propuestas por ONUSIDA: diagnosticar el 95% de las infecciones por el VIH, tratar con antirretrovíricos el 95% de las infecciones detectadas y conseguir la supresión vírica en el 95% de las personas en tratamiento.
VIH y viruela símica
La OMS recibió los datos de un análisis de vigilancia mundial realizado durante el brote de viruela símica que afectó a varios países. En dicho análisis se recogieron más de 82 mil casos de viruela símica, de los cuales 32 mil tenían asociada información sobre el estado serológico con respecto al VIH. De los 32 mil individuos, el 52% vivían con el VIH; la mayor parte de ellos eran hombres que tenían relaciones sexuales con hombres y más del 80% declararon que la vía más probable por la que habían contraído la viruela símica era la sexual.
De las 16 mil personas diagnosticadas de viruela símica y seropositivas para el VIH, el 25% presentaban síntomas avanzados de la infección o inmunosupresión, lo cual suponía un mayor riesgo de hospitalización y de muerte. Por otra parte, se observó que, en las personas con VIH que estaban en tratamiento para esta infección y que tenían una buena respuesta inmunitaria, las tasas de hospitalización y de muerte eran equiparables a las de las personas seronegativas para este virus.
Teniendo en cuenta estos datos, la OMS recomienda a los países que integren la detección, la prevención y el tratamiento de la viruela símica en los programas existentes y nuevos de prevención y control de la infección por el VIH y las infecciones de transmisión sexual.
Para saber mejor cómo prepararse y actuar frente a posibles incrementos de la transmisión de la viruela símica en el futuro, la OMS organizó en mayo de 2023 una encuesta rápida en línea, restringida a las regiones de Europa y las Américas, a fin de conocer las experiencias adquiridas en el ámbito comunitario durante el brote de viruela símica ocurrido en 2022 y 2023.
Esta encuesta se envió a 24 mil hombres que tenían relaciones sexuales con hombres, a personas transgénero y a personas de género diverso. De los 16 mil 785 individuos que cumplían los requisitos establecidos y contestaron a la encuesta, casi el 51% declararon que habían modificado su conducta sexual (por ejemplo, habían reducido el número de compañeros sexuales) y el 35% que mantenían dichos cambios de conducta un año más tarde. Los resultados de esta encuesta aportan información valiosa sobre las experiencias y las necesidades de los colectivos afectados por la viruela símica y ponen de manifiesto la importancia de potenciar la vacunación y el diagnóstico de esta enfermedad en todo el mundo.
VIH y COVID-19
En un nuevo análisis publicado por la OMS en su plataforma clínica mundial sobre la COVID-19 en mayo de 2023 se constató que las personas con VIH hospitalizadas por COVID-19 durante las oleadas causadas por las variantes anteriores a la delta, la variante delta y la variante ómicron corrían, de forma persistente, más riesgo de fallecer, como demuestra la tasa global de mortalidad de entre el 20% y el 24% entre dichos individuos hospitalizados.
Para las personas seronegativas, el riesgo de muerte descendió entre un 53% y un 55% durante la oleada de la variante ómicron con respecto a la oleada anterior a la de la variante delta y a la causada por la variante delta; sin embargo, en los seropositivos, el descenso porcentual de la mortalidad durante el periodo que duró la oleada de la variante ómicron con respecto a las demás oleadas fue discreto (entre un 16% y un 19%). Esta diferencia se tradujo en un riesgo de muerte 142 veces superior entre las personas que vivían con el VIH con respecto a los seronegativos durante el periodo que duró la oleada de la variante ómicron.
Los factores de riesgo de muerte durante la hospitalización que fueron comunes a todas las oleadas de la pandemia fueron un recuento bajo de linfocitos CD4 (menos de 200 células/m3) y la presencia de síntomas graves o críticos de la COVID-19 en el momento del ingreso.
La doctora Meg Doherty, Directora General de los Programas Mundiales sobre VIH, Hepatitis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OMS, ha dicho: «La infección por el VIH no controlada fue un factor de riesgo de mal pronóstico y de defunción durante el brote de viruela símica y la pandemia de COVID-19. Es preciso integrar el control del VIH en la preparación y respuesta frente a las pandemias. Es fundamental proteger a las personas que viven con el VIH de futuras pandemias, dando más acceso a las pruebas de detección y de esta infección y a tratamientos para combatirla, así como a vacunas preventivas contra la viruela símica y la COVID-19 para salvar vidas. Las iniciativas dirigidas desde fuera de los centros de salud que son eficaces contra el VIH también lo serán para combatir pandemias en el futuro».